Gashuku BH 1 – Samuráis Mineiros

Estuve en Belo Horizonte este final de semana para entrenamiento y acompañamiento de la unidad. Puedo decir que fueron momentos agradables y productivos y que quedarán para siempre en nuestros corazones. El upgrade en todos los sentidos y en todos los aspectos se hizo visible. En la parte técnica, conseguimos hacer la debida actualización y mucho más: el de transmitir conocimientos jamás pasados en tierras mineiras. En la parte filosófica, se esclarecieron varios aspectos de los katas del Bushido que, según se lee en el texto, fueron repasados de forma equivocada. Se esclarecieron las dudas. Fueron dos días en que, en medio a las montañas mineras de Ouro Preto, pude constatar la existencia de las dos virtudes tan fuertes en el Bushido (y que son raras en los días de hoy): La primera: la Lealtad La segunda: el Coraje al exponer los hechos. De hecho, son samuráis mineros. Velo:

“Durante el último final de semana, conforme ya se dijo, tuvimos el honor de la presencia de Sensei junto a la unidad BH, conviviendo durante dos días de intenso entrenamiento de los katas del Bushido y perfeccionamiento técnico, tiempo de conocer el maestro que seguimos y absorber todo a los que estamos aptos. Días de grande sorpresas, de botar ciertos preconceptos, que yo, como alumno relativamente nuevo en Niten, los poseía. Tenía grandes expectativas para esa venida de Sensei, incluso ansioso y, hasta preocupado. Como serian los entrenamientos, la confraternización, y la opinión de Sensei sobre la unidad. Lo que veo ahora que eran señales de ignorancia e inmadurez. Ignorancia porque aún no había tenido la oportunidad de aproximación e inmadurez de no conseguir parar de pensar en cosas sin importancia. Lo que de nada serviría quedarme pensando y simplemente hacer lo que debería hacer en el momento cierto, abandonando ese Ego con toda su ansiedad. Yo tenía una percepción errónea de Sensei, de alguien inalcanzable, como la cumbre de una montaña muy alta, que sabes que está allá, pero no puedes verla o alcanzarla y, luego descubrí, al comienzo del sendero que lleva a la cumbre. No digo de ninguna manera que voy a alcanzarla, pero conocí un poco más el Camino que nos lleva hasta allá. Presencié que Sensei, como siempre lo escribe, es capaz de preocuparse, reírse y hacer chistes en los momentos propios para eso. Tuve la oportunidad de participar de una confraternización en que junto a Él, todos los de la unidad, sempais y cohais, conversaron sobre distintos asuntos y se divirtieron, aún siguiendo katas apropiados. Otro equívoco es creer que las correcciones que nos trasmite Sensei serían grandes detalles, grandes revoluciones, digamos, lo que fue lo opuesto de las lecciones transmitidas. Peor, no por esto fueron menso importantes, percibí que esos pequeños detalles en sí, son tan grandes pasos para la evolución de nuestros entrenamientos, que cambiarán mucho nuestro desempeño caso seamos parte de los 10% que conseguirán asimilar el aprendizaje de convivir, ver demostraciones y poder luchar con Sensei. Junto a los entrenos físicos tuvimos un audiovisual, con escenas inéditas, en que aprendimos el valor de la estrategia previa, que un combate empieza antes que los oponentes estén frente a frente. Vimos escenas de maestros realizando katas de iaijutsu y Niten, presenciando el estado próximo de la perfección de personas que dedicaron la vida a ese Camino. Pero, sobre todo, me tocaron las palabras de incentivo en relación con el futuro de la unidad Bh y, palabras de incentivo y aprobación direccionadas a mi persona, debido a las oportunidades que tuve de ayudar en los entrenos de los miembros del KIR joven, que vino como un grande voto de confianza, mayor de lo que pueda aparentar al comienzo. Termino estas palabras con mis más sinceros agradecimientos, a pesar de no conocer palabras intensas lo suficiente para expresar lo que siento, entonces usaré las más fuertes que aprendí directa o indirectamente con Sensei: ¡Hai Sensei! ¡Arigato gozaimashitá! Bernardo Carvalho