Las secuencias del Echigo Ryu son el Hiryu y el Iwakudaki.
A partir de hoy, quedé de hacer comentarios* sobre el video “Gashuku de Katas”, realizado en São José dos Campos el mes pasado.
Todos deben saber que ayer, 9 de julio, acá en São Paulo fue festivo, razón por la cual no me tomé el Café contigo. Bien, mañana en los Momentos de Oro, vamos a hablar sobre el “pensar seeri”, allá en la Unidad Faria Lima. Mira que el asunto es Serio. Y la próxima semana voy a comentar el último video sobre el Gashuku de katas, que nos fue enviado por el Egan. Caso no lo hayas visto, lo dejo acá:
Merece hoy un paréntesis en el trecho escrito en “Desperté” (03jul – “Desperté”): “Especialmente, le dejo mi cariño a Sensei, que abrió sus puertas y demostró que nunca estuvo aislado en el alto de una montaña,…” “Alto de una montaña”… Los que ya me conocen saben que en guerra o en meditación, suelo ir al alto de la montaña. Así como el general mira le movimiento de su ejército como un todo, o un sabio que se retira para meditar. Los que no me conocen creen que soy “cerrado”. Los que me conocen pco, piensan que tengo dos caras. Lesera. Todo tiene su tiempo. Hora de luchar, luchar. Hora de jugar, jugar. Ahora, quedarme aislado en el alto de la montaña no me quedo. ¿Sabes por qué? Primero, me gusta el calor humano. Segundo ¡no me gusta el frío!
Dije en un Café anterior sobre Bugei Juhappan, o mejor traduciéndolo, las 18 artes samurái.
Gei, en portugués significa refinamiento, arte.
El último video sobre Gashuku* de Katas (Video Gashuku de Katas) ilustra un poco de lo que se puede (¡y se debe!) aprender en el Instituto Niten cuando se recorre el Camino del Samurái.
Niten Ichi Ryu de Miyamoto Musashi*, Jitte*, Kusarigama* y por ahí sigue.
Así como la pintura de Da vVinci, Caravaggio o Klimt, los Katas en Niten son llenos de curiosidades, detalles y secretos.
No es lo más importante formar atletas o campeones y, sabiendo que en esta vida estar en el podio es como un pestañar mientras que la tela es para siempre, en el Niten, el alumno prima por atingir el refinamiento en las artes (geijutsu) en que el artista e el mismo y el pincel es su espada.
Para acortarlo, a pesar que ya sabes lo que voy a decir:
“ Niten es como el vino. Mientras más añejo, mejor.”
Gashuku = Treinamento intensivo
Miyamoto Musashi= O samurai mais famoso de todos os tempos
Jitte= Barra de ferro com haste (víde vídeo)
kusarigama = Foice e corrente
Dejo acá las palabras de un alumno que estuvo hace pocos días bajo mi entrenamiento y, quien sabe, te sirva de reflejo y hasta respuesta en tu Camino. Léelo con atención, pues en cada frase hay un significado profundo que solamente los más próximos y aquellos que ya estuvieron acá conmigo podrán entenderlo:
“Mi ingreso en el Niten se dio por razones que hoy las entiendo equivocadas: buscaba simplemente un deporte con un “algo más”, sin el aburrimiento de un gimnasio. Hoy, después de concluido mi shugyo, confirmé la convicción que ese diferencial es mucho más importante que la simple actividad física. En el mismo molde que fue el Gashuku antecedido, mi shugyo, y es necesario individualizarlo, pues cada shugyo es una experiencia única, merece recibir el predicativo “de katas”. En las palabras de Sensei, eso no quiere dcir que haya sido sin combate y, mucho menos, que haya sido fácil. El fallo en la lucha lleva a la derrota o a l muerte, pero, el fallo en los Katas del Bushido es mucho más grave, pues lleva a la pérdida de honor. Considerando que el kenjutsu y la lucha de bogu es mi punto más fuerte, lo natural es que se me exigiera por mis debilidades, sea en iaijutsu, en jojutsu, en los Katas de Niten Ichi Ryu o en los Katas del Bushido. Eso contribuyó para una experiencia más rica y requirió una atención doble para las lecciones transmitidas con sutileza. Fui al shugyo listo para morir y, al contrario, viví intensamente. La decisión de realizar un shugyo ya había sido tomada hace algún tiempo, motivada por el deseo de colocarme a prueba, de salir de la zona de conforto y, por querer sumergir el los Katas del Bushido. Durante el shugyo no es necesario que transportes las lecciones de Niten para tu vida cotidiana: el Niten se transforma en tu día a día. El Camino hizo más imperativo que embarcara para São Paulo, como forma de purificarme de los vicios y modismos adquiridos en el entrenamiento hasta aquél momento. Las privaciones de esa rutina limpiaron cuerpo y espíritu de las máculas y me dejaran listo para iniciar un nuevo ciclo, de la forma correcta. Mucho se me enseñó acerca de los katas y de las secuencias, de los detalles y de los pequeños secretos que hacen la diferencia entre lo bueno y lo excelente. Ese conocimiento se me entregó de corazón abierto y repleto de un sentimiento verdadero de compasión de aquellos que desean el fortalecimiento de los compañeros de la espada. Entretanto, las más importantes lecciones fueron robadas. Ellas fueron transmitidas sin palabras, a través de una acción, de una postura, de un actitud, que no tenían el objetivo de enseñar, pero, de hacer lo correcto. Fueron absorbidas por traducirse en ejemplos. Punto fuerte de esa jornada fue el sufrimiento. Ese es un factor inevitable en la guerra. La exhaustión física, el sueño, la flojera, la nostalgia de casa, son todos factores que minan tu determinación en cumplir con el deber. Rodeado, el espíritu no ve alternativa sino endurecerse. Es en ese momento, lejos del conforto y de los regaloneos, que se ve el real valor de las cosas. Aislado en el shugyo, nos damos cuenta lo fútiles que son los bienes que nos agarramos obstinadamente y estamos listos a realmente apreciar un acto de amistad. Después de una semana, ¡solo una semana!, en shugyo, el camaradaje de los compañeros de Santos me pareció un cortejo digno de reyes y me tocó profundamente, lo que podría ser de otra forma si todavía vistiera la indiferencia rutinaria. Busqué librarme de las trampas del ego y descubrir la profundidad de mi ignorancia e insensibilidad. La convivencia con Sensei, los Senpais y los compañeros de la ADM fueron esenciales para que comenzara a entender la verdad. Nadie se debilita en el trabajo hercúleo de mantener el Niten funcionando y creciendo. A todos les dejo mis más sinceros agradecimientos. Arigato gozaimashita. Especialmente, le dejo mi cariño a Sensei, que abrió sus puertas y demostró que nunca estuvo aislado en el alto de una montaña, al Sempai Adeval, que supo sonreír al momento de sonreír y exigirme al momento de exigirme. A Dalva y a Artur, que me susurraron algunos datos más salvadores.”¡Hay que cambiar! ¡Hay que despertar! El tiempo pasa…
Ayer tuve que ir a comprar remedios durante la madrugada. Era una y media. Intenté estacionar en una de las tiendas de la Drogasil, pero, había 2 autos para 3 lugares, pues uno de ellos se había parado de manera “espaciosa”. Lo intenté. Tuve que dejarlo en la vereda. En la calle. Sin iluminación. Peligro. Le reclamé a la farmacéutica responsable (una japonesita) y recibí la segunda respuesta: - No hay que hacer, pues son clientes. Si les digo algo van a hacer reclamaciones. Hablé con el cajero y tuve la siguiente respuesta: - Como es de noche, no tenemos gente para cuidar el estacionamiento. Usted llame durante el día a nuestro gerente. ¿Estacionamiento? ¿¡para 3 vacantes!!? La verdad es que no se encuentran más samuráis. Guerreros que sumen y toman para sí la responsabilidad de resolver las cosas. Un alumno ya me había dicho esta semana: - Sensei, la verdad es que nadie quiere asumir nada.
No. No voy a decir nada. Solo voy a dejar estas palabras que escribí en el Shin Hagakure: “Las personas siempre aplazan sus proyectos por falta de tiempo. Siempre dicen: - Cuando salga a vacaciones, haré esto, haré aquello. Llegan las vacaciones y no pasa nada. En verdad, conseguimos realizar más echos cuando estamos en guerra.” Vacaciones…